INTEL PENTIUM DOBLE CUORE

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¿En cuántos segundos se tramitan

dos terabites de información?

El Quijote, la obra completa de Quevedo,

o un cuadro, Las Meninas, por ejemplo.

o la claridad deslumbrante de las leyes de Newton

o lo de la relatividad

o lo de los cuantos.

Si, por ejemplo digo:

“Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise”…

Ahora la metáfora

010010000111011001010100010110001000101011001111001101

que cierra la estrofa,

una brisa gélida, como de nieve de enero,

luminosa, sin embargo,

luz de los claros días fríos castellanos,

suavemente insiste en los párpados atentos.

Importa la velocidad, la exactitud,

importa lo nimio, pero deprisa.

La flor de la presencia en urgencia florecida.

PERO…

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Pero… brota también el amor

en las corrientes eléctricas de la máquina.

Y no valen las palabras de antes,

las de Catulo, por ejemplo,

o las inquietudes del triste Ovidio

en el aire húmedo del lejano Tomi,

incluso el burdo Otelo…

Pero brota,

como brotan esas hojas verdes en el asfalto,

o la madreselva en el pétreo muro,

o la humilde centaurea en el seco cauce por donde

solía el agua reír fugaz…

Palabras de sílice…

¿En cuántos bites cabe la palabra deseo,

eso que ya no dicen los poetas de ahora?

¿En  qué clúster se guardarán los gemidos

o la intensa brevedad de las caricias

pixeladas en máxima definición?

En las entrañas del monstruo

late mudo un corazón humano.

EL PROFETA WXGA CRYSTALBITE

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¿Cómo resuenan los pasos cautos de la memoria

cuando brota la ausencia?

Un hombre de nombre inglés,

con la pereza de la ausencia

ya casi ajeno,

traía algo en las manos

una sospecha

una sugerencia

un llanto

una piedra

un cuchillo

 un pc

un animal insomne.

No, no, no…

El hombre del pasado

Jobs

en sus manos acariciaba el futuro

como la hoja en caída del otoño.

Ipad

Et in Arcadia, ego.

MEDITACIÓN

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Frente al espejo, en la íntima frivolidad de la imagen,

atentamente espero,

frente a la pantalla, que me devuelve palabras,

al paso marcial de lo improbable.

Virtualmente ajeno, el mundo recién creado

ausente de la muerte y el futuro.

Por fin un creador absoluto, demiurgo perfecto

del universo abstracto, frío, vacío de los terabites.

En la rapidísima fluencia del alma metálica

del mundo nuevo, la voluntad de querer,

la espesa oquedad por donde

discurre ahora la vida en 00100100100010

y el algoritmo al que rezar devotamente

con las velas trenzadas de http://www…

El futuro se acuna en la conciencia gélida

de las máquinas de  mirada ajena,

entonces el aliento que susurra las palabras

será apenas paso veloz de la nada.

Al principio fue Microsoft.

PLATÓN

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Viejo amigo…,

en las suaves laderas del Licabeto,

por entre los muros de la Academia

o en la discusión en el foro con aquellos

que tu palabra de futuro escuchaban,

 imaginabas la novedad de ahora

sin decirla con las palabras de ahora,

pero enseñabas que lo que aparece no es,

y lo que es radica más allá,

en la luminosidad incandescente de la memoria.

Imaginaste que la realidad

se ocultaba tras sí misma

especularmente bella.

Allí el sol resplandecía más aún, simiente de lo divino.

También a unos hombres clausurados en sí mismos

imaginaste cargados de cadenas,

y a otros deslumbrados por luz fulgurante de lo cierto.

Viste el mundo intenso que flota

más allá del abismo del sentido

en la perfecta quietud

de lo que siempre persiste constantemente idéntico.

Casi estabas aquí.

4G RAM

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En el vacío se columpian

las sombras de las cosas,

los ojos claros

que saben nuestros nombres

y la sensación de acontecer como

cauce y río.

En el vacío vivimos

sin ser

olas de sílice,

flujo de energía,

algoritmos,

lógica de Boole,

solamente:

memoria frágil,

incierta esperanza,

debemur morti nos nostraque.

PRESENTACIÓN DE POEMARIO

Un grato recuerdo de la presentación de mi primer poemario Nombres, rostros y palabras, en el IES Villa de Valdemoro, acompañado del entonces director Josu Baque y del actual director, entonces jefe de estudios y siempre amigo, Ismael Alonso.

Cómo escribir un poema

1. Tenga a mano bolígrafo, lápiz y papel o un ordenador o algo para escribir o nada (se pueden conservar en la memoria) o sin memoria, pero lo clásico es escribirlo. Se puede no ser clásico.
2. Túmbese boca arriba y mire al techo.
3. Túmbese boca abajo.
4. Si se ha dormido, al despertar vaya al baño.
5. Siéntese,a poder ser en una silla con una mesa delante donde reposen papel y lápiz.
6. Piense en sus cosas, en sus amigos, en sus amigas.
7. Descanse, pensar cansa.
8. Cómase un bocadillo de sardinas, también vale el atún y los berberechos, pero estos últimos son más caros.
9. Vuelva a sentarse en la silla, delante de la mesa, con el papel y el boli.
10. Escriba el poema.

CADA VEZ

Cada vez que nos nombran

sucede

que brotamos de la espesura del silencio,

renacemos de otros labios.

De otra manera,

si  no sucede,

nos diluimos imprecisos en un mar gigantesco de perfiles iguales.

Cada vez que nos nombran,

nuestro nombre aéreo

traza un rastro de recuerdos, sentimientos, risa y llantos,

 y sabemos quién somos

de nuevo,

como cada mañana ante el espejo

recuperamos el rostro que imaginamos el resto del día.

Cuando nos nombran,

nos reconocemos.

Google:   José Manuel

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Crece el desierto

Crece el desierto…,

más hondo, más yermo, menos limitado.

Y junto a su presencia,

en la aridez del infinito,

bajo setenta mil metros de arena

la oscuridad toma forma y contenido.

Remite al caos,

al juego que siempre se juega,

al movimiento continuo

del eje de la tierra,

al quicio, al entre, al acaso.

El eco se desvanece en tanto espacio,

ni siquiera se escuchan los suspiros.

¿Qué espera la flor que brota

al borde de la calzada?

¿Qué alimenta su prestancia?

Camino por las ciudades vacías

repletas de nostalgia del futuro

y el gemido de mis pasos

los recoge en su pecho dudoso

la humilde esperanza.