De mi poemario WWWinterhomo.2, Bubok. Descarga gratuita.
Pero… brota también el amor
en las corrientes eléctricas de la máquina.
Y no valen las palabras de antes,
las de Catulo, por ejemplo,
o las inquietudes del triste Ovidio
en el aire húmedo del lejano Tomi,
incluso el burdo Otelo…
Pero brota,
como brotan esas hojas verdes en el asfalto,
o la madreselva en el pétreo muro,
o la humilde centaurea en el seco cauce por donde
solía el agua reír fugaz…
Palabras de sílice…
¿En cuántos bites cabe la palabra deseo,
eso que ya no dicen los poetas de ahora?
¿En qué clúster se guardarán los gemidos
o la intensa brevedad de las caricias
pixeladas en máxima definición?
En las entrañas del monstruo
late mudo un corazón humano.